miércoles, marzo 19, 2008

La ciudad del vacío/ José A. Alemán



Terencio Riberol entró en Control Global, S.A, se identificó y la recepcionista, rubia de peluquería y sonrisa estándar , le colgó de la solapa la tarjeta amarilla de visitante tras verificar en la pantalla que tenía cita con D Heliodoro, el dueño de la empresa

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

José Alemán es el único periodista vivo que ha recibido un homenaje por todo lo alto, sin embargo está en las listas negras porque siendo periodista, es casi la única voz que ha hecho una oposición honesta cuando todos los políticos callaban, incluso los que se suponían habían de hacer oposición por supuesta ideología, y digo supuesta porque en este país "los escondeños" como él bien los llama en su obra, son por naturaleza cobardes. Su obra en apariencia, una trama novelesca,pero es la realidad misma con mayúsculas para cualquiera que tenga dos dedos de frente para verlo. Somos un gran pueblo (y eso lo digo yo) con un cobarde espíritu de esclavos. Así podemos tolerar en el más absoluto silencio, que en Canarias se perpetre la más salvaje globalización en silencio, por todos los vendepatrias caciques más descarados por menor kilometro cuadrado de todo el territorio español. Están aquí y tienen nombre y apellidos, pero somos tan cobardes que nadie se atreve a nombrarlos. "Los escondeños son cobardes".Ojalá las nuevas generaciones nos rediman o huyan.

Mdelaté dijo...

Pertenezco a un pequeño club de lectura que montamos unos amigos en Julio del 2007, buscando criticas sobre "Una historia de amor y oscuridad" he encontrado vustro blog, y veo, salvando las distancias, algunas similitudes en las lecturas elegidas, veo tambien que recibis visitas de algún escritor. Nuestra pretensión sería la misma, pero debido a los poquitos que somos y a que estamos en un pueblo cercano a Valencia de momento se queda en pretensión. Me gustaría que nos dierais alguna información sobre vustro club, para ello os doy la direccion de nuestro blog:http://cronicadeunlector.blogspot.com/

McCorroe dijo...

Querido Girondiano, me han alegrado mucho tus palabras. Estamos de enhorabuena con un visitante tan inesperado, “tan docto”, -dicho desde el cariño-. Te contesto aquí, en este artículo porque no sé si revisarás hasta tan abajo, donde está Amos Oz.

Todavía no he acabado el libro, voy por la página doscientas y pico y todavía estoy disfrutando de la novela de los sentidos. La atmósfera creada por Oz por instantes me envuelve, me atrapa pero se filtran en su lectura rumores de botas. He leído la entrevista de Oz a la que haces referencia y creo que a pesar de definir él la novela como el punto y final a la paz consigo mismo, también, hay algo de discurso moral y adoctrinamiento, como él mismo dice, sobre todo al pueblo árabe y algo de “justificación” a la actuación del pueblo judío. Por el momento, voy, como tú hiciste, a retreparme en mi sillón y a gozar de los sentidos.
MacCorroe