lunes, noviembre 24, 2014

En contacto con la vida / Luz María Cabrales

Leyendo Querido Diego, te abraza Quiela de Elena Poniatowska

La primera vez que oí hablar de “Querido Diego, te abraza Quiela”, una obra epistolar de ficción basada en la verdadera historia de Angelina Beloff, la primera mujer de Diego Rivera, sentí un enorme desprecio por ella. Me dije a mí misma, que no tenía ninguna necesidad de leer unas cartas en las que en las que una mujer abandonada reclamaba una respuesta de su marido, que jamás llegó. Pero existe el destino, existen los libros, los buenos escritores y la historia verdadera de lo humano. Cuando el libro llegó hasta mí, ocupó un breve espacio entre las lecturas que mantengo, debido a mi auténtico vicio por la lectura. No tengo que decir que las cartas se fueron desgranando noche sí, noche no, entre mis ojos; mi corazón y mi memoria. No tengo que decirlo, porque estoy escribiendo sobre ello. Pero sí tengo que decir, si soy honesta, que llegó el momento tan temido por mi verdadero yo, y ese momento fue en el que me puse en la piel de Diego Rivera. En ese momento se corrió el velo de la inconsciencia y comprendí que todos hemos abandonado a un gran amor a su suerte, ya sea porque el destino, una vez más nos ha secuestrado, o porque el corazón, como decía aquella canción de mi adolescencia (Nicola di Bari), es un “gitano”.Sin culpa estoy yo/ gitano es mi corazón/ cadenas rompió/ es libre el gitano y va…/hasta encontrar el prado más verde que hay…/Recoge las estrellas sobre sí/ y se detendrá…/ quizás”, cuando llegue la muerte. La gran escritora cumplió muy bien su misión al relatar, con una gramática concisa y llena de poesía, una historia que es posible que haya ocurrido o no, pero que nos enseña un aspecto íntimo de la naturaleza femenina. Nunca seré la misma después de la lectura de estas cartas. Gracias Elena Poniatowska por tu entrega.

viernes, octubre 10, 2014

"La vida de las mujeres", de Alice Munro

 Por Carlos Bonino

 Imaginemos un ligerísimo filamento en suspensión. Del grosor de un cabello. Cualquier imperceptible variación de la corriente (de aire, de energía) provocará en él un efecto. Así, el temperamento y personalidad del artista. Su corazón es un sismógrafo, un barómetro, un preciso y genuino polígrafo. En este sentido, la hiperestesia es condición fundamental del creador de ficciones (y no ficciones).

 Ese mecanismo afinado y preciso es Alice Munro.

 Tan afinada y precisa que al cándido podrá parecerle incluso despiadada. La morosidad en el detalle psicológico, el retrato total es la especialidad de Munro. Casi puede uno imaginarla de niña con su vestido de marinerita arrancando los ojos de las cuencas a los peces en su cesta sólo para exponerlos, colocarlos a la vista, que es la manera que el artista tiene de comprender el mundo. La misma curiosidad desprovista de alarma de la niña Jordan frente al miembro desnudo de Chamberlain  prefigura el espíritu de la futura narradora/artista.

 "La vida de las mujeres" es también, de nuevo, la crónica de los años de formación del escritor (como en Proust, en Henry Miller...). Su desenlace aparece como una coda de resonancias epifánicas a cuya altura sabemos que la autora ha encontrado su destino.

 El lector de Munro descubrirá también que sus palabras resuenan una vez cerrado el libro con la insistencia ciega de un grillo en una caracola. En este sentido, los contenidos de la obra actúan como un mágico sedimento que trabaja en silencio, un poso que se extiende y cobra nuevas dimensiones después de acabada la lectura. ¡Bravo por Alice Munro, capaz de bofetadas que escuecen al rato! No subestimemos esa especie de escándalo de fiesta en casa del vecino que se adivina como un pulso tras la aparente calma de sus relatos (rasgo que comparte con Sherwood Anderson y Steinbeck, por citar sólo esos nombres) porque es signo de auténtica grandeza literaria.

 Y al final del viaje, de la mano de Alicia (cicerone como la del cuento), uno descubre que, pese a las apariencias, no ha aprendido absolutamente nada del mundo que le rodea. Nada.

Sino tal vez algo más.

Algo distinto.

Otra cosa...  

jueves, marzo 20, 2014

Proyección del film "Truman Capote".

Ayer proyectamos el film, Truman Capote, del director Bennett Miller, para los miembros de los clubes de lectura y como  homenaje al gran Philip Seymour Hoffman.
Después de lo visto, no me extraña que los cinéfilos se tiren las manos a la cabeza tras su pérdida. Interpretación  impecable, estéticamente insuperable.

Contamos también con la colaboración, en los comentarios, del director venezolano, Carlos Reyes Lima, que habló de los paralelismos con la novela de Capote, "A sangre fría".


jueves, febrero 27, 2014

Cita Literaria en Casa Museo Pérez Galdós con Andreu Martín y Alexis Ravelo

Hoy, jueves, 20 horas, estaremos en la Casa Museo Pérez Galdós escuchando a dos grandes de la novela negra. Andreu Martín, avezado en estas lides y Alexis Ravelo que va camino de ello.