Solo unas palabritas
...Por Gladys Folch Juny
En la playa, como envueltos por una nebulosa rebosante de luz, llegan susurros anunciando tu partida.
Eran las doce del mediodía y, en esos momentos, lucía un sol radiante que sentía que me acogía, ofreciéndome así esa sensación de bienestar y ventura.
Bordeaba la orilla mientras mi mirada se perdía por esas aguas plácidas y transparentes hacia un cielo infinito totalmente despejado. No me costaba mucho situarte en ese escenario, pues más de una vez nos habíamos sorprendido al encontrarnos y, sin más, pasado luego a comentar las novedades de nuestro querido club de lectura.
Recuerdo perfectamente tus gestos tan peculiares al hablar, tu voz, tus comentarios serios o salpicados de humor y, cómo no, tus explicaciones pausadas y expresivas acerca de cualquier contenido literario o argumentos teatrales. También nos hacías reír mucho cuando, sentados alrededor de la mesa, tú te hacías eco de cualquier suceso extraordinario haciendo que nos resultase ameno y divertido.
Seguía caminando, jugueteando con el agua y las huellas que dejaban atrás mis pies, y pensaba que aquél era, sin duda, un bonito momento para retener tu imagen dentro de ese marco de inolvidable viveza: con el trasfondo de esos peces deslizándose fugazmente por entre las claras y espumosas aguas de la orilla y escabulléndose ligeros entre sus pedruscos y algas marinas.
Es como si por azar, la vida desease atrapar por unos instantes un lugar privilegiado, para grabarlo, guardarlo y, también, dejarlo marchar…
Con todo el cariño,
Club de Lectura
...Por Adoración Navarro Navarro
Aquí, "tu vida fue una alegre fiesta, a la que algunas/os fuimos convidados".
¡ Gracias, querida Pilar!...Por Girondiano
Título: El tercer tiempo, un homenaje a Pilar Fra Molinero
Paraíso inhabitado, así se llama la última novela de Ana María Matute. Título hermoso y triste a la vez.
Paraíso inhabitado es hoy nuestra sala sin Pilar, sin escuchar su palabra llena de entonación delicada y chispeante mordacidad.
Hablaba bajito, lo suficiente para que su entorno se adaptara al espacio que pretendía, un espacio de cordialidad e inteligencia que asumíamos sin más.
Hablaba Pilar y nuestras cabezas asentían, la sonrisa brotaba y fruncíamos el ceño cuando algún matiz melancólico salía de su boca.
No sé si existe el Paraíso divino, pero me atrevo a asegurar que el PARAISO de Pilar tiene todas las letras mayúsculas y es tan divino por lo secular como al revés y puede estar contenido en una sala con una gran mesa en el centro, llena de amigos, con libros por doquier, aderezado siempre de una buena tertulia, una conversación limpia y densa como la austeridad de un buen cuento.
Así me la imaginó yo, en un Paraíso inhabitado de dolor en torno a un gran fuego, debatiendo y escudriñando la obra total, el libro o verso que todos los escritores han buscado inútilmente a través de los tiempos.
Hoy es un homenaje a su memoria y Pilar no opinará sobre el Paraíso inhabitado de Ana María Matute, pero el próximo viernes esta sala se llenará de Pilar, faltaría más, y sus frases ya no serán opiniones, serán aforismos que tienen nombre y apellidos, Pilar Fra Molinero.
Siempre tuyos.
El Club de Lectura Letranas de la Biblioteca Insular
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