Leyendo Querido Diego, te abraza Quiela de Elena Poniatowska
La primera vez que oí hablar de “Querido Diego, te abraza
Quiela”, una obra epistolar de ficción basada en la verdadera historia de
Angelina Beloff, la primera mujer de Diego Rivera, sentí un enorme desprecio
por ella. Me dije a mí misma, que no tenía ninguna necesidad de leer
unas cartas en las que en las que una mujer abandonada reclamaba una respuesta
de su marido, que jamás llegó. Pero existe el destino, existen los libros, los buenos
escritores y la historia verdadera de lo humano. Cuando el libro llegó hasta mí, ocupó un breve espacio entre
las lecturas que mantengo, debido a mi auténtico vicio por la lectura. No tengo que decir que las cartas se fueron desgranando noche
sí, noche no, entre mis ojos; mi corazón y mi memoria. No tengo que decirlo,
porque estoy escribiendo sobre ello. Pero sí tengo que decir, si soy honesta,
que llegó el momento tan temido por mi verdadero yo, y ese momento fue en el
que me puse en la piel de Diego Rivera. En ese momento se corrió el velo de la inconsciencia y
comprendí que todos hemos abandonado a un gran amor a su suerte, ya sea porque
el destino, una vez más nos ha secuestrado, o porque el corazón, como decía
aquella canción de mi adolescencia (Nicola di Bari), es un “gitano”.“Sin culpa estoy yo/ gitano es mi corazón/ cadenas rompió/ es
libre el gitano y va…/hasta encontrar el prado más verde que hay…/Recoge las
estrellas sobre sí/ y se detendrá…/ quizás”, cuando llegue la muerte. La gran escritora cumplió muy bien su misión al relatar, con
una gramática concisa y llena de poesía, una historia que es posible que haya
ocurrido o no, pero que nos enseña un aspecto íntimo de la naturaleza femenina. Nunca seré la misma después de la lectura de estas cartas. Gracias Elena Poniatowska por tu entrega.
1 comentario:
Entonces será un delicioso deber leer a Quiela..
Publicar un comentario