Pese a la sencillez de su argumento, Delibes se aprovecha del encuentro que se da entre los militantes de un partido político (y de su deshumanizada lucha por conseguir votos) y el señor Cayo, uno de los dos vecinos que aún habitan en el pueblo de Quintaabad, para hacer un hondo retrato de dos Españas cada vez más distanciadas: la urbana y la rural. La primera, la “culta”, disfrazada de una aparente superioridad que da la espalda a todo lo natural; y la segunda, como un modo de vida en extinción donde se refleja el abandono del campo y la pérdida de la cultura ancestral. Con el señor Cayo, Delibes representa, así, ese vínculo a la tierra, esa forma de supervivencia y de adaptación al medio, al contrario de lo que sucede en la sociedad moderna donde el hombre pretende dominar el entorno. La novela, pues, rinde homenaje a esa clase rural que ha sido despreciada por las máquinas, por los avances y por los mismos urbanitas, aquellos que si no dispusieran de recursos sólo podrían ser salvados por la cultura de la tierra y por el señor Cayo. Porque fueron a “redimir al redentor”…
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Pese a la sencillez de su argumento, Delibes se aprovecha del encuentro que se da entre los militantes de un partido político (y de su deshumanizada lucha por conseguir votos) y el señor Cayo, uno de los dos vecinos que aún habitan en el pueblo de Quintaabad, para hacer un hondo retrato de dos Españas cada vez más distanciadas: la urbana y la rural. La primera, la “culta”, disfrazada de una aparente superioridad que da la espalda a todo lo natural; y la segunda, como un modo de vida en extinción donde se refleja el abandono del campo y la pérdida de la cultura ancestral. Con el señor Cayo, Delibes representa, así, ese vínculo a la tierra, esa forma de supervivencia y de adaptación al medio, al contrario de lo que sucede en la sociedad moderna donde el hombre pretende dominar el entorno. La novela, pues, rinde homenaje a esa clase rural que ha sido despreciada por las máquinas, por los avances y por los mismos urbanitas, aquellos que si no dispusieran de recursos sólo podrían ser salvados por la cultura de la tierra y por el señor Cayo.
Porque fueron a “redimir al redentor”…
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